La gastronomía y la provincia de Huesca están íntimamente relacionadas aportando toda clase de alimentos de gran calidad. Ahora la Diputación de Huesca (DPH) impulsa el cultivo de la trufa negra con una convocatoria de subvenciones. Por un lado, el establecimiento de nuevas plantaciones con plantas micorrizadas con trufa negra, y por otro, la mejora de las ya existentes con la instalación de un sistema de riego en la misma parcela.
¿A quienes van estas ayudas? a las personas, físicas o jurídicas, y ayuntamientos que sean titulares de derechos reales de propiedad, posesión o usufructo sobre las tierras en la provincia de Huesca.
Las solicitudes para recibir estas subvenciones pueden presentarse hasta el 16 de abril. El plazo máximo para realizar la actividad será hasta el 30 de mayo. Además, la propia diputación informa que si se pide la subvención para nuevas plantaciones, los solicitantes tendrán que adjuntar también un análisis del suelo y la autorización medioambiental competente; entre otros parámetros.
Según la Diptutación de Huesca, la trufa negra, cuyo nombre científico es Tuber melanosporum Vittad, es la fructificación de un hongo hipogeo (se desarrolla bajo tierra) que se asocia simbióticamente con la raíz de diferentes especies forestales, como son la encina o carrasc.
Las truferas se desarrollan normalmente en suelos pobres, por lo que carecen de nutrientes esenciales para la supervivencia del árbol. El hongo aporta a la planta todo lo que ésta no es capaz de asimilar directamente del suelo, y, además, reviste su raíz con el micelio proporcionándole protección, formando las micorrizas. Todo este hecho especifica cierta inestabilidad, de manera que la truficultura es una actividad difícil, sumamente influenciada por factores incontrolables como el clima.
Una vez obtenida la trufa ésta es de alta calidad y se traslada a la cocina de diferentes maneras gracias a su exquisite en texturas y sabores.
Autor articulo: Casa Biescas.es