En tierras pirenaicas se levanta la hermosa Villa de Biescas. Un lugar con todo el sabor de los pueblos de montaña que forma parte de la Comarca del Alto Gállego, su ubicación la coloca como la puerta de acceso a los Valles de Tena y del Ara, por allí también transcurre el río Gállego.

Al acceder al casco urbano podemos darnos cuenta que su ubicación es estirada y paralela al río, dividiendo la localidad en dos: al oeste se encuentra el Barrio de San Pedro, una zona con nuevas construcciones, y al este, el del Salvador donde se sitúan los comercios y la administración, formado por el Barrio La Peña y el Barrio Bajo.

Antes de la edad media cada uno de estos barrios contaba con una iglesia, la del barrio bajo estaba dedicada a San Martín, y la de San Pedroestaba dedicada al príncipe de los Apóstoles, y finalmente la del barrio la Peña dedicada a San Torcuato que era uno de los discípulos del apóstol Santiago. Según algunos testimonios, esta iglesia estaba en un espacio sobre el cual más adelante se iba a levantar la iglesia de Biescas conocida como la de San Salvador, el hermoso templo de estilo románico del que vamos a hablar aquí.

Durante la edad media, la población de Biescas se agrupó en torno a dos parroquias totalmente independientes, ubicadas a cada lado de la cuenca del río. En una de ellas está la Iglesia de Biescas o de San Salvador, un templo de origen románico construido hacia el año 1.200 con posteriores reformas en el siglo XVI. Esta iglesia de Biescas tuvo que ser reconstruida después de la Guerra Civil por el deterioro que sufrió durante la Batalla de Sabiñánigo, en la cual se vio envuelta también la población de Biescas.

La construcción original tenía una cabecera con ábside semicircular, su interior poseía tres naves y capillas a lo largo de las naves laterales, y hacia la cabecera de la nave del evangelio se levantaba una torre que bien pudo ser el campanario.La antigua nave central al parecer era más alta que la actual y estaba cubierta en madera. Y a cubierta de las capillas laterales era en bóveda de medio cañón.

Posiblemente la entrada a la antigua iglesia de Biescas se hacía por la parte occidental, hoy en día se hace por la parte meridional.

Después de su restauración lo único que queda de la estructura original del siglo XII es su cabecera en sillar rematada en un cilindro absidal, con una ventana alargada de derrama doble en el centro del ábside. En la cornisa del ábside se ven unos canecillos de adorno. Con las modificaciones se cambió el aspecto del interior del templo, porque se ampliaron las capillas laterales y se rehízo por completo la bóveda presbiteral. A pesar de esto, su interior sigue contando con detalles muy bonitos como la bóveda cubierta en crucería en algunas de las capillas laterales.

Otro detalle muy especial de la iglesia de Biescas es que está aún conserva su pila bautismal original.

Cuando pases por Biescas no olvides visitar su hermosa iglesia antes de aventurarte en la fascinante oferta turística que ofrece esta hermosa tierra de Aragón.

Ven y disfruta del magnifico entorno que nos ofrecen los Pirineos Oscenses. Desde Casa Biescas estaremos encantados de ayudarte a preparar tu estancia.

Autor artículo: Casa Biescas.es

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