Ecoturismo y fotografía, una combinación afortunada
La fotografía busca descubrir y aprovechar imágenes todos los secretos de la luz. Tanto en un estudio como en un medio natural el primer esfuerzo de un fotógrafo es crear representaciones visuales que capten la esencia de un entorno y un instante para fijarlo en una combinación de colores o escalas de grises.
Una escapada rural en los Pirineos Aragoneses ofrece siempre un catálogo completo de motivos para reflejar de forma creativa mediante la actividad fotográfica. Al placer de un paseo en plena naturaleza se le añade un ejercicio completo de observación. Pretende atrapar en un encuadre fotográfico una imagen con valor informativo o estético.
El ecoturismo y la fotografía son dos actividades de ocio distintas pero que se refuerzan mutuamente. Multiplican el atractivo del tiempo dedicado por el estímulo constante que supone el esfuerzo de observación.
La revalorización de la imagen como medio expresivo personal
Los cambios tecnológicos y sociales promueven la creación masiva de imágenes. El teléfono móvil ha puesto una cámara fotográfica en cada bolsillo. Al dejar constancia gráfica de un momento agradable de ocio o de los lugares más singulares visitados se incrementa su valor por facilitar su recuerdo. El paso al mundo semiprofesional de la fotografía es un escalón más en el perfeccionamiento de estas actividades comunes.
Las redes sociales impulsan la apuesta por la calidad, para llamar la atención y destacar con la información e inmediatez que aportan las imágenes. Son una forma de comunicar popular, rápida y efectiva.
Qué material llevar en actividades de turismo de aventura con interés fotográfico
Suponiendo que contamos con un buen equipo de fotografía la primera consideración a tener en cuenta es el peso. Un kilo más y que sea innecesario representa una incomodidad de la que se es consciente muchas veces demasiado tarde. Al preparar el equipo hay que seleccionar bien lo que se va a incluir en él. Que nada falte y que nada sobre, parece fácil pero solo los más experimentados aciertan en esto.
Para fotografiar el pirineo de Aragón, y otro entornos, es necesaria una mochila o bandolera compartimentada. Que cada aparato u objeto sea protegido de la humedad y al mismo tiempo que sea fácilmente accesible. La calidad de un buen equipo debe ser preservada por el material donde ser transporta. Siempre evita muchos problemas y cuesta muy poco.
Debe incluirse también un trípode plegable y ligero. La calidad de muchas imágenes depende de un ajuste exacto de la posición. Para fotos de paisajes y de naturaleza siempre termina siendo imprescindible. Las fotos hechas sobre la marcha tienen el atractivo de lo espontáneo pero su calidad es inferior casi siempre. Existe un riesgo añadido de accidentes si compartimos tareas de marcha o escalada con la fotografía.
Muy útil también un localizador GPS. En algunos equipos fotográficos ya va integrado pero si no es así ayuda mucho a identificar la localización de cada foto cuando se han hecho muchas. Es muy frustrante encontrar una gran imagen en una carpeta y no saber exactamente donde la hemos tomado. Esta medida lo evita al cien por cien.
Por último, es aconsejable llevar una agenda o bloc de notas. Las agendas moleskine son muy prácticas para tomar notas rápidas de lo que nos llame la atención. Estos pequeños apuntes son de un gran interés si el fin de las fotografías es acompañarlas de algún texto para blogs o facebook. Es una forma de llevar el trabajo hecho.
Las actividades en la naturaleza requieren siempre de una pequeña organización. Hacerlo bien multiplica el disfrute de cada momento dedicado a cualquier modalidad de turismo de aventura.
Autor artículo: Casa Biescas.es
